La música es el lenguaje universal, aquel que todo ser humano puede entender sin la necesidad de tener que utilizar palabras, sobre todo cuando hablamos de música instrumental.
Hasta finales del siglo XVII la música instrumental estaba subordinada a la vocal. Kant afirmaba que la música sin texto era «placer más que cultura» y Rousseau la desdeñaba pues decía que no permitía expresar ideas. En la música como pensamiento, Mark Evan Bonds analiza el origen de este cambio de mentalidad en los oyentes de finales del siglo XVIII, a partir de testimonios de la época y de una serie de fuentes filosóficas, literarias, políticas y musicales, que descubren lo qué significó la música sinfónica para sus primeros oyentes. A principios del siglo XIX se produjo un cambio profundo: la música puramente instrumental empezó a considerarse un medio de conocimiento y se comenzó a valorar precisamente porque era ajena a las limitaciones del lenguaje. El resultado es una interpretación tan singular como rigurosa con causas y efectos impresionantes sin importar el género que se interprete.
Entonces la música instrumental se desarrolló como una pieza de música donde se escribe y se ejecuta sin letra o sin pistas vocales de la pieza original. Tales composiciones se realizan enteramente con solo instrumentos musicales. Bajo esta categoría también se interpretan otras piezas de música popular bien conocidas a las que se les ha eliminado la voz a cambio de un instrumento como el piano, la guitarra o el saxofón.
Poco a poco, la música instrumental ha ido considerándose un verdadero género que se ejecuta enteramente a base de instrumentos, sin ningún tipo de acompañamiento vocal. Las melodías no tienen la composición de una letra, sin que por ello sean de menor calidad a las canciones que escuchamos en los medios de comunicación o espectáculos.
La música instrumental puede tener el atractivo y ser tan apasionante como cualquier canción de moda, la mayoría de los aficionados a la música recordamos una pieza al menos de música instrumental, entre otras cosas porque estos sonidos son fundamentales parar servir de acompañamiento a muchas películas y series de televisión.
La música instrumental tiene beneficios muy importantes para el cerebro, se ha demostrado que compensa la pérdida cognitiva propia del envejecimiento. Un estudio científico señala que aprender a tocar un instrumento en la infancia mejora el rendimiento cognitivo en diversos aspectos, pero no solo hacer música es muy beneficioso, sino también escucharla para realizar diferentes actividades.
Otras investigaciones recientes demostraron que escuchar música mejora el bienestar mental y aumenta la salud física. Hoy en día, está más que comprobado que la música instrumental genera en nuestro cerebro miles de conexiones neuronales, que despiertan no solo nuestro intelecto, sino también nuestras emociones.
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Excelente información y muy buena RADIO CAPPSULAS , muchísimas gracias!!!!
Buen comentario. Significativamente didáctico.